El 13 de agosto de 2019 Roberto José Quiñones, hijo de Roberto Jesús Quiñones, residente en Virginia, USA, se presentó ante la Embajada de cuba en Washington DC para entregar carta reclamando por su padre injustamente condenado el pasado 7 de agosto a un ano de prisión. Representantes del Instituto Patmos le acompañaron en lo que derivó en protesta pacífica ante la sede diplomática del régimen cubano en USA ya que nadie del personal diplomático dio la cara y mucho menos aceptaron la carta.
Entre tanto en Guantánamo el padre, Roberto Jesús, entregό su petición de apelación el 12 de agosto, y aunque parece demasiado pronto para que le notifiquen la sentencia, se encuentra citado para el lunes 19 a las 11am y estamos en atención total sobre su caso mientras en el centro de Cuba el activista cristianos Guillermo del Sol realiza una Huelga de Hambre con el hashtag #Ni1ReguladoMás que incluye también a Roberto de Jesús quien también forma parte de la lista de ciudadanos cubanos que han sido “regulados” (impedidos de salir de Cuba) por el régimen, ya que el 3 de julio en allanamiento a su vivienda le ocuparon su pasaporte que nunca fue devuelto.
A continuación, compartimos la carta integra que Roberto de Jesús no consiguió entregar en una Embajada que supuestamente, si fuese una Embajada normal, debería representarlo a él, así como a todos los cubanos residentes en USA:
Washington DC, 13 de agosto, 2019
De: Roberto José Quiñones Jr.
A: Embajada de Cuba en Washington DC
Por este medio, yo, ciudadano cubano, residente en Virginia, me dirijo a ustedes para solicitar sostengan comunicación con quienes representan en Cuba para expresarles la indignación que siento ante la injusta sanción impuesta contra mi padre, Roberto de Jesús Quiñones Haces, en el Tribunal Municipal de Guantánamo el pasado 7 de agosto.
Tal vez mi indignación como hijo pueda resultarles lógica, pero puedo asegurarles que no soy el único indignado.
El juicio amañado celebrado contra mi padre por su labor como periodista, abogado independiente, y activista católico en la Pastoral Familiar y Penitenciaria de la Diócesis Guantánamo-Baracoa, fue en realidad un ensañamiento por su digna labor en general, y especialmente por su acompañamiento a los pastores evangélicos Adya Expósito y Ramón Rigal, juzgados y condenados también de manera amañada el pasado 22 de abril en ese mismo Tribunal; y ocasión también cuando mi padre fue golpeado y detenido arbitrariamente.
Muchos en el mundo, instituciones e individuos, comparten mi lógica indignación como hijo. La injusticia cometida contra mi padre se suma a un enorme rosario de otras cometidas a lo largo de seis décadas por el sistema que ustedes representan.
Por el bien de Cuba, exijo cesen las arbitrariedades contra mi padre, y contra la totalidad de los cubanos, residamos dentro o fuera de Cuba, pues a todos -incluyéndoles a ustedes mismos- el sistema que ustedes representan ya nos pesa demasiado.
Es la razón por la que hoy estoy aquí frente a su sede acompañado de otros ciudadanos cubanos.
Esperamos que pronto en su sede podamos tener una digna y genuina representación del pueblo cubano, y no de un sistema fracasado y violador de todos los derechos humanos, como ocurre ahora. Es hora de que la verdadera Cuba decida.
Orando y trabajando por esto,
Roberto José Quiñones Castro