Desde la primera edición del Premio Patmos en 2014 (Prof. Amador Blanco Hernández, 2014; P. José Conrado Alegría, 2015; Dr. Oscar Elías Biscet, 2016; MTS. Dagoberto Valdés Hernández, 2017; y Dr. Eduardo Cardet Concepción, 2018), la distinción, dedicada “a un creyente cubano consecuente con su fe, como Juan de Patmos, en la isla de Cuba” se concede cada 31 de octubre, coincidiendo con el Día de la Reforma Protestante. En 2019 las circunstancias obligan a realizar una excepción y adelantar el anuncio porque el hombre de fe seleccionado acaba de recibir una sentencia para volver a la cárcel otra vez, y se encuentra la muy lamentable posibilidad de que el 31 de octubre de 2019 él pudiese estar preso.
En efecto, el laico católico Roberto
de Jesús Quiñones Haces, muy activo en equipo como consejero matrimonial junto
a su esposa Ana Rosa Castro Bertrán, en la Pastoral Familiar, y también en la
Pastoral Penitenciaria de la Diócesis de Guantánamo – Baracoa; fue condenado a
un año de prisión en un juicio totalmente amañado, celebrado en el Tribunal
Municipal de Guantánamo el 7 de agosto de 2019; se le negó la posibilidad de
una vista de apelación, y finalmente el 27 de agosto recibió como firme la
sentencia. Ya en 1999, y por cuatro años, ocho meses y doce días, este hombre
de Dios soportó indoblegable los rigores de la prisión, hasta que en 2003 salió
en libertad condicional. Y ahora tampoco vuelve a rehuir la cárcel apropiándose
de la bienaventuranza del Evangelio que declara: “Bienaventurados sois cuando
por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra
vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque así persiguieron a los profetas
antes que a vosotros” (Mateo 5:11-12). Fue esta la razón por la cual nada ni
nadie impidió que acudiera el 22 de abril de este propio año al mismo Tribunal
en el que se le condenaría también a él poco más de tres meses después, para
mostrar su solidaridad con el matrimonio de pastores evangélicos Ramón Rigal
Rodríguez y Adya Expósito Leyva, pese a que esto le costara que aquel día se lo
llevasen como a un vulgar delincuente, arbitrariamente detenido, golpeado y
lesionado. Este acto ecuménico de solidaridad, digno de ser imitado por cualquier
creyente cubano, sea cual fuere su profesión de fe, redundó en la condena que él
mismo ahora, con total dignidad, está dispuesto a enfrentar.
En una etapa muy crítica para la sociedad civil cubana en general,
incluyendo a las iglesias, donde la mayoría prefiere callar y eludir sus
deberes cívicos y de Fe, ante la represión al otro que en definitiva mañana
pudiera ser contra cualquiera, Quiñones Haces decidió ser excepción y vivir a contracorriente
para que no se cumpla nuevamente el poema “Ellos vinieron” que el pastor
protestante alemán Martin Niemöller recitara por primera vez en su sermón
de la Semana Santa de 1946 en la población de Kaiserlautern (Alemania), y que
se tituló «¿Qué hubiera dicho Jesucristo?», en referencia a la apatía del
pueblo alemán ante la crueldad nazi:
“Cuando los nazis vinieron a buscar a los
comunistas, guardé silencio,
porque yo no era comunista,
Cuando encarcelaron a los
socialdemócratas,
guardé silencio,
porque yo no era socialdemócrata.
Cuando vinieron a buscar a los
sindicalistas,
no protesté,
porque yo no era sindicalista,
Cuando vinieron a buscar a los judíos,
no pronuncié palabra,
porque yo no era judío,
Cuando finalmente vinieron a buscarme
a mí,
no había nadie más que pudiera
protestar.”
Quiñones Haces ha escrito
poemarios como La fuga del ciervo, Escrito desde
la cárcel, Los
apriscos del alba y El
agua de la vida, y se le ha incluido en antologías como, En esta cárcel de aire puro,
de décima cubana y la del Premio Internacional de Poesía Nósside 2006. Y
todavía tendrá muchos poemas que sacarse del alma. Pero no hay dudas de que el
22 de abril de 2019, cuando se lo llevaron a golpes con su guayabera
ensangrentada, solo por el hecho de decidir hacer acto de presencia como luz en
la oscuridad, en medio de una farsa de juicio al matrimonio de pastores
evangélicos, quienes por cierto todavía permanecen en prisión, Quiñones compuso
otro poema cuyos versos tienen la peculiaridad de no estar compuestos de
palabras, sino de actos, para recordarnos nuevamente que el Verbo es acción.
Dado que, en este polifacético hombre de Dios, confluyen
brillantemente los papeles de escritor, promotor cultural, poeta, investigador,
periodista y abogado; ¡toda una institución!, es de esperar la reacción de cubanos
de todas esas esferas de la vida nacional, y también de los ciudadanos del
mundo. Y esto incluye incluso a los escritores miembros
de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) a la que Quiñones
perteneciera como una voz crítica desde 1985 hasta su salida definitiva en noviembre
del 2015, cuando muy decepcionado decidió marcharse. Esto es de esperar
especialmente cuando Leonardo Padura Fuentes, uno de los escritores cubanos más
prominentes, ha sido noticia al ejercer su derecho y visitar al prisionero Lula
da Silva en Brasil, pues deja sin excusas a todos para no tener motivos de visitar
y levantar la voz en favor de otro intelectual preso, pero en propio territorio
nacional.
En el caso de los creyentes, y dado que la
génesis de la condena de Quiñones está en el gesto que rebasó su afiliación
católica, se esperan por supuesto y en primerísimo lugar las reacciones de
apoyo de su propia comunidad, desde la base y hasta el Vaticano mismo; pero
también de denominaciones e iglesias ya sea que pertenezcan al Consejo de
Iglesias de Cuba (CIC), o a la emergente y todavía por ver, Alianza de Iglesias
Evangélicas Cubanas (AIEC), o a cualesquiera de los grupos religiosos ya sea
que gocen de privilegios legales o que estén condenadas a la ilegalidad, aunque
ya entre unas y otras no existen muchas diferencias en cuanto a violaciones a
las libertades religiosas se refiere.
Sirva la sexta Edición de este Premio Patmos, anunciada excepcionalmente casi dos meses antes de la fecha habitual, pero muy cerca del 25 de agosto, “Día Mundial de Oración por la Capellanía Carcelaria” para generar una Jornada que se extienda hasta el 31 de octubre, nuestra fecha tradicional de la entrega, en que todo el pueblo cubano, creyentes o no, imiten la acción de Quiñones Haces del 22 de abril, para exigir ahora la libertad de él, y por extensión pedir la libertad de todos los presos políticos y de conciencia cubanos, muy a tono ahora que Amnistía Internacional acaba de reconocer como tales a cinco prisioneros, aunque hay muchos más, hombres y mujeres. “Acordaos de los presos, como si estuvierais presos juntamente con ellos; y de los maltratados, como si estuvierais en sus propios cuerpos” (Hebreos 13:3).
Palabras de Roberto de Jesús Quiñones Haces en agradecimiento: https://youtu.be/5nkmz9pDlOw