Lorenzo Rosales Fajardo: Premio Patmos 2022

Cada 31 de octubre, desde 2014, coincidiendo con el Día de la Reforma Protestante, el Instituto Patmos entrega su premio anual a un creyente cubano consecuente con su fe en Cuba. En nuestras ocho ediciones anteriores nuestros homenajeados han sido:

Amador Blanco Hernández (2014) (+),

P. José Conrado Alegría (2015),

Dr. Oscar Elías Biscet (2016),

Dagoberto Valdés Hernández (2017),

Dr. Eduardo Cardet Concepción (2018)

Roberto de Jesús Quiñones Haces (2019)

Martha Beatriz Roque Cabello (2020)

Ernesto Borges Pérez (2021)

Este año 2022, en nuestra novena edición, el Premio se concede al pastor Lorenzo Rosales Fajardo quien desde el 11 de julio de 2021 sufre injusta prisión por intentar ser consecuente con su Fe en Cuba, que es precisamente el requisito fundamental para recibir el Premio Patmos.   

El domingo 11 de julio de 2021 el pueblo cubano salió de forma masiva y espontanea en casi 50 ciudades de Cuba a demandar un don otorgado por Dios a todos los seres humanos por el simple hecho de haber sido creados: libertad. Como esta demanda coincide con la enseñanza que el pastor Lorenzo entiende y comparte, su lugar estuvo también en las calles, pacífica y cívicamente con su pueblo. Tal valiente decisión tuvo consecuencias hasta hoy y esta podría ser una breve cronología:

11 de julio de 2021: El pastor Lorenzo fue apresado por participar apoyando a su comunidad en la protesta pacífica pidiendo libertad. Fue conducido al centro de reclusión ¨El energético¨, que radica en el edificio de lo que antes había sido una escuela, convertida en cuartel, junto a su hijo David Lorenzo, de 17 años y quien le había acompañado en la protesta. 

14 de julio de 2021, 3am: fue separado de su hijo y del resto de los detenidos de la protesta, y conducido a la Unidad de Investigaciones de Versalles.   Fue llevado esposado en un auto por 5 militares, sin saber adónde le conducían. En medio del trayecto, en un lugar apartado, el auto se detuvo y Lorenzo fue sacado y sometido a una paliza descomunal, (ya el día 11 de julio le habían propinado otra).  Quedó inconsciente, sin poder precisar por cuánto tiempo, hasta que se despertó porque le estaban echando lo que él pensó era agua, hasta que fue consciente de que tres de los guardias le orinaban encima. Fue devuelto al auto que prosiguió su camino a la prisión de Versalles, donde permaneció todo el periodo que estuvo desaparecido sin conocerse donde se encontraba hasta pasada una semana.

30 de julio de 2021: La Sala Segunda de lo Penal de Palma Soriano, perteneciente al Tribunal Provincial Popular de Santiago de Cuba responde a la solicitud de Habeas Corpus solicitada por Maridilegnis Carballo para su esposo Lorenzo Rosales mediante un Auto firmado por el Presidente de dicha sala, Nerelvis Luna Labrada, y los jueces Dayanis Soria Arias, Ana Ibis Vázquez Masso, Onidia Reyes Salgado y Ricardo Montejo Cambara.

7 de agosto de 2021: Luego de varios días sin conocerse del pastor Lorenzo se supo que le habían trasladado el día anterior de la prisión de Versalles a la de máxima seguridad en Boniato, mezclándole con presos comunes peligrosos. El pastor Lorenzo se mantiene hasta la actualidad en esa prisión y su vida corre peligro ya que podría ser agredido mortalmente por cualquiera de los prisioneros que le rodean, entre los cuales sin embargo se mantiene firme y compartiendo con ellos el Evangelio.   

16 de octubre de 2021: su esposa Maridilegnis Carballo Castellano pudo realizar la primera visita a Lorenzo en prisión.

22 de octubre de 2021: el abogado nombrado para Lorenzo notificó a Maridilegnis, esposa del pastor Lorenzo, la petición Fiscal de 10 años de prisión, por los delitos de instigación para delinquir, desacato y atentado, delitos que no constaban en la fase de instrucción penal.

20 y 21 de diciembre, 2021: fue sometido a juicio totalmente amañado. con testigos falsos, junto a otros 16 acusados, sin ningún tipo de garantías ni derechos para los acusados. No fue hasta el 4 de mayo de 2022 que le notificaron la sentencia de 7 años de privación de libertad.

Domingo de Ramos 10 de abril de 2022: Reiteradamente al pastor se le ha negado recibir atención religiosa, esto volvió a ocurrir el sábado 9 de abril cuando al pastor se le impidió participar en un servicio religioso muy restringido celebrado por unos capellanes evangélicos autorizados por el PCC. Ante la negativa de permitir participar en este servicio al pastor Lorenzo este protestó ante ¨reeducadores¨ y guardias y como medida se le castigó a permanecer por cinco días en celda de castigo y este fue el inicio de la Semana Santa para este pastor.   

14 de junio, 2022, se celebra proceso de apelación igual como prolongación del mismo proceso sórdido.

Hasta este día, 31 de octubre de 2022, en que se le concede el Premio Patmos, el pastor Lorenzo permanece en Prisión de Máxima Seguridad en Boniato por lo cual está impedido de recibir directamente el reconocimiento, lo cual no le impide sin embargo enviar su agradecimiento mediante carta:

Patmos, el nombre del Premio, que es a la vez el de este Instituto en las ¨catacumbas¨, es el nombre de la isla en la que Juan en el siglo I cumplía prisión condenado por el emperador Domiciano por ser consecuente con su Fe (Apocalipsis 1:9). La prisión de Juan derivó en las visiones de esperanza descritas en el Apocalipsis, porque más allá de las tribulaciones que describe, como parte de la confrontación universal entre el bien y el mal, es un libro con un final feliz. Es el mismo deseo para Lorenzo. preso en el siglo XXI por intentar ser consecuente con su Fe en la oprimida isla de Cuba. Y al igual que en Patmos Juan recibió visiones de esperanza, en su prisión Lorenzo las ha tenido para Cuba; y en lo más oscuro desde la prisión de máxima seguridad en Boniato, Santiago de Cuba, ha tomado como una misión dada por Dios mismo predicar a los encarcelados que no tendrían otra manera de poder escuchar ¨.

Instituto Patmos, 31 de octubre de 2022

Ernesto Borges Pérez: Premio Patmos 2021

Cada 31 de octubre, coincidiendo con el Día de la Reforma Protestante, el Instituto Patmos entrega su premio anual a un creyente cubano consecuente con su fe en Cuba. Este año 2021, en su octava edición, el Premio se concede a Ernesto Borges Pérez. Ernesto es un prisionero del castro comunismo. Fue condenado a 30 años de prisión de los cuales íntegramente ha cumplido 23. Su crimen fue atentar contra el sistema comunista imperante en la isla desde su posición de oficial de la contrainteligencia militar. O sea, es un prisionero político, que se ha mantenido en prisión estos 23 años porque ha permanecido fiel a sus ideas, y no ha cedido ni ante amenazas ni pactos con sus carceleros. Lo más importante que le ha ocurrido tras las rejas ha sido su conversión a Jesucristo en 2005. Desde entonces la fe ha jugado un papel fundamental en su vida, fortaleciéndole en sus ideales, y haciéndole sentir un hombre libre, aunque se encuentre en prisión.

Por tanto, Ernesto cumple el requisito fundamental para recibir el Premio Patmos: ser consecuente con su fe. Por otro lado, el 2021 ha sido uno de los años más difíciles para elegir a uno entre muchos otros candidatos posibles, especialmente luego del 11 de julio cuando cientos de hombres y mujeres fueron a parar como Ernesto a las prisiones precisamente por demostrar ser consecuentes con sus ideas. Tanto del ámbito católico como protestante, sacerdotes, pastores o laicos, estuvieron en las calles entre el pueblo del que forman parte y con el que se identifican, pidiendo libertad. Por citar ejemplos, al sacerdote Castor Álvarez le golpearon la cabeza con un bate, el laico católico Ángel Mesa permanece en prisión desde el 11 de julio, el pastor Lorenzo Rosales Fajardo también permanece en prisión y ha trascendido que ha sido víctima de severas golpizas en una de las cuales (14 de julio) quedó inconsciente y para revivirle los cinco verdugos que le golpeaban orinaron sobre su cabeza… cualquiera de los centenares de héroes del 11J merece sin dudas nuestro galardón, en medio de tanta gente digna comprendimos que Ernesto se destacaba por la cantidad de años que ha sufrido el calvario que ahora tantos hermanos y hermanas sufren, de modo que en Ernesto se encuentra el simbolismo de premiar a través de él a todos los presos que sufren por motivos de conciencia.

Pero también, por supuesto, se premia la dignidad individual del propio Ernesto, y se le señala en un momento en que la multitud de presos de conciencia hace difícil enfocarse en uno de ellos y por tanto pese a sus 23 años en prisión, Ernesto tiende a perder visibilidad. Si este Premio al menos consigue arrojar un poco de luz sobre las tinieblas de su celda el Instituto Patmos se da más que satisfecho. En los años de prisión él ha vivido momentos de esperanza de ser liberado, por ejemplo, en ocasión de las visitas papales, especialmente siendo tan ferviente creyente católico desde su conversión en 2005. También en el momento del denominado ¨deshielo¨, cuando tuvieron lugar las negociaciones de la Administración Obama, y en las que por cierto el Papa Francisco jugó un rol muy relevante, muchos, incluyendo al propio Ernesto, sintieron que su libertad era inminente, pero entonces se sufrió la decepción de que varios espías fueron canjeados por solo una persona acusada de espionaje en Cuba, Rolando Sarraf Trujillo, porque el contratista Alan Gross fue liberado por cuestión humanitaria. Ernesto ha vivido en esperanza contra esperanza (Romanos 4:18a); pero este Premio se propone ayudarle en su esperanza.

Patmos, el nombre del Premio, que es a la vez el de este Instituto en las ¨catacumbas¨ de Cuba, es el nombre de la isla en la que Juan en el siglo I cumplía prisión condenado por el emperador Domiciano por ser consecuente con su Fe (Apocalipsis 1:9). La prisión de Juan derivó en las visiones de esperanza descritas en el Apocalipsis, porque más allá de las tribulaciones que describe, como parte de la confrontación universal entre el bien y el mal, es un libro con un final feliz. Es el mismo deseo para Ernesto preso en el siglo XXI bajo los Castro. Y al igual que en Patmos Juan recibió visiones de esperanza, en su prisión Ernesto las ha tenido para Cuba; y su libertad, y la de Cuba, se encuentran ambas muy cerca.

Instituto Patmos, 31 de octubre de 2021

Anhelamos llevar esperanza y vida al pueblo cubano: conversación con Cubanet a través de Kata Mojena Hernández

Instituto Patmos: “Anhelamos llevar esperanza y vida al pueblo cubano” (cubanet.org)

Premio Patmos 2020 a Martha Beatriz Roque Cabello

El Premio Patmos (otorgado cada 31 de octubre a creyentes cubanos consecuentes con su fe religiosa) se le concede este año a una mujer, y esto no podía dejar de ser justo en la séptima edición de este premio que venimos concediendo desde 2014, y es que, como se conoce, el siete, según la interpretación apocalíptica, es el número de Dios, y por tanto es el perfecto. Y hay que decirlo también, el Premio Patmos por fin se dedica a alguien que siempre mereció recibirlo, Martha Beatriz Roque Cabello, mujer de fe que no ha hecho otra cosa en los pasados 31 años que ser consecuente a sus creencias, y en cuyo nombre encontramos un símbolo para rendir homenaje a todas las mujeres cubanas de fe, pero especialmente a aquellas que por no renunciar a dicha fe han sufrido martirios y prisiones. 

Nuestra premiada no requiere de mucha presentación puesto que el 26 de junio de 1997 se puso de pie bien firme en la brecha y junto a Félix Bonne Carcassés (+), René Gómez Manzano y Vladimiro Roca habló de parte de Dios, y en favor de todos los cubanos, con la contundente declaración (indispensable documento histórico) “La patria es de todos” .  Lo que Martha Beatriz ratificara entonces  ante el indigno tribunal que la juzgó, el 16 de julio de 1997, “La cárcel no cambiará mi manera de pensar”, lo ha demostrado con creces en aquella y en las posteriores prisiones que con tanta dignidad ha enfrentado.

En una de sus cartas remitidas a sus hermanos de causa de “La patria es de todos” Martha llega a expresar tajantemente en una línea el extremo hasta el cual ella ha estado dispuesta a ser consecuente con sus ideas y principios: “yo solo quiero el sacramento de la Extremaunción, y estoy dispuesta a poner el mártir”. También en esa misma carta encontramos otras expresiones donde se percibe la manera en que Martha ha obedecido la exhortación paulina conocida como la kenosis de Cristo expresada en la Epístola a los Filipenses 2:5-7 donde San Pablo declara: “Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, si no que se despojó a sí mismo… ”, y es que ella, en imitación a Cristo, descendió a los infiernos, lo cual se evidencia en la siguiente descripción: “Desde este horrible lugar, que no tiene nada que ver conmigo, y que está a punto de darme un nuevo título universitario: doctora en ciencia del basurero de la vida, los saludo con todo el cariño que nos hemos profesado”.

Contando sus 485 días en su primera prisión Martha escribía: “Llevo 485 y según la petición fiscal me quedan 1300 aproximadamente. Solo Dios sabe, los contaré uno a uno con mucha fe y dignidad.”

Cuando en marzo de 2003 se desatan por órdenes de Fidel Castro  los arrestos y enjuiciamientos sumarios de decenas de líderes de la oposición, Martha vuelve a ser encarcelada y condenada a 20 años de prisión.  Actualmente se encuentra todavía cumpliendo dicha sentencia aun cuando lo haga bajo licencia extrapenal. Pero no porque Martha se encuentre fuera de las rejas de las prisiones chicas que pueblan toda la isla se puede afirmar que ella ha sido liberada. Ella sufre la suerte del pueblo cubano secuestrado en lo que sabemos es la prisión grande la isla de Cuba, como lo fuera en el siglo I la isla de Patmos para quienes como Juan, autor del Apocalipsis, sufrieran “por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo”. También, como Juan en Patmos, ella evoca visiones de esperanza para su pueblo, porque su libertad auténtica solo será posible el día cuando Cuba sea libre por fin. Entre tanto su vocación de servir a su pueblo continúa cada día a través de su labor comunitaria y en sus entregas mensuales y trimestrales en inglés y en español de sus informes sobre derechos humanos iniciados en 2019 y que constituyen un testimonio genuino de las violaciones constantes a los derechos humanos que cotidianamente se suceden en la isla prisión.

En tales informes nuestro Instituto Patmos tiene el honor de intercambiar y compartir información en todo lo que se refiere a libertades religiosas que siempre ocupan un segmento importante. El Instituto Patmos y Martha han sido cómplices en tender puentes y abrir puertas en muchos casos en los que el adversario se esfuerza en hacer todo lo contrario, y especialmente cuando de asuntos de fe e iglesias se trata.

En la entrega del Premio Patmos 2020 sucede como con los seis hermanos de Martha Beatriz homenajeados en nuestras seis ediciones anteriores: Amador Blanco Hernández (2014), P. José Conrado Alegría (2015), Dr. Oscar Elías Biscet (2016), Dagoberto Valdés Hernández (2017), Dr. Eduardo Cardet Concepción (2018) y Roberto de Jesús Quiñones Haces (2019); nuestro muchas veces clandestino Instituto Patmos es quien se honra, y desde las catacumbas de Cuba extendemos a Martha nuestro abrazo de fe que desembocará en el mayor premio, que se conseguirá gracias al sacrificio vivo de creyentes como ella, el de la libertad de todos los cubanos.  

Video:  

  Agradecemos la inmediata divulgación de nuestro Premio al periodista católico español José María Ballester Esquivias en ABC:

https://www.abc.es/internacional/abci-martha-beatriz-roque-galardonada-premio-patmos-libertad-religiosa-cuba-202010311715_noticia.html

 

Roberto de Jesús Quiñones Haces, nuestro Premio Patmos 2019, debe ser liberado de inmediato

Solo bajo un régimen totalitario como el que desgobierna la isla de Cuba por 61 años un cristiano integro como Roberto de Jesús Quiñones Haces puede ser encarcelado. En la Prisión Provincial de Guantánamo permanece desde que allí fuera encerrado el 11 de septiembre de 2019 para cumplir el año de prisión al que fue injustamente condenado en un juicio sin garantías y totalmente arbitrario celebrado el 7 de agosto de 2019; se le negó la posibilidad de una vista de apelación, y finalmente el 27 de agosto recibió como firme la sentencia. Es además la segunda condena por motivos de conciencia que cumple Quiñones: en 1999, y por cuatro años, ocho meses y doce días, permaneció también prisionero hasta que en 2003 salió en libertad condicional.

Al reclamo de la inmediata libertad de Quiñones se suman este 2 de septiembre las organizaciones no gubernamentales ARTICLE 19, el Institute for War and Peace Reporting (IWPR) y Amnistía Internacional.

Recientemente, el hijo del laico católico, Roberto Quiñones, denunció que la excarcelación de su padre, prevista para el 4 de septiembre, podría dilatarse bajo la excusa de una presunta prueba de Covid-19 que le realizarán en una unidad militar. El joven calificó esta decisión como «una nueva maniobra» del régimen cubano y aseguró que de no ser liberado su padre volverá a protestar ante la sede de la embajada de la dictadura en Washington DC. De ser así, el Instituto Patmos estará allí con el como lo hemos hecho antes.

Muere el primer Premio Patmos, el laico católico Amador Blanco

Amador Perfecto Blanco Hernández

Y oí una voz del cielo que decía: «Escribe lo siguiente: benditos son los que de ahora en adelante mueran en el Señor. El Espíritu dice: “Sí, ellos son en verdad benditos, porque descansarán de su arduo trabajo, ¡pues sus buenas acciones los siguen!”».

(Apocalipsis 14:13, NTV)

El jueves 9 de abril concluyó su arduo trabajo en este mundo el primer Premio Patmos (2014), el laico católico caibarienense, Amador Perfecto Blanco Hernández, quien apenas 9 días después, el 18 de abril, podría haber alcanzado la meta de 71 años si su corazón no se hubiese resistido a continuar latiendo, para llegar a la primera meta de los más robustos a los que se refiere el Salmo 90:10.

En el curso 1982-1983, por adelantarse a la glasnost y a la perestroika soviética, y atreverse a enseñar a sus estudiantes de Historia del Instituto Pedagógico Félix Varela la verdad acerca del estalinismo, el Profesor inicio un vía crucis que no terminó hasta su partida de este mundo. A su expulsión de la academia oficial, con los daños agregados de quedar sin trabajo ni sustento, con dos padres adultos que mantener, que no sobrevivieron de sufrimiento mucho más allá de su prisión política con huelgas de hambre incluidas; y el estigma de ser otro “apestado gusano” al que el sistema cubano nunca perdió de vista y se empeñó en apabullar, molestar, amenazar, aislar, herir, sin conseguir nunca lograrlo en el grado en que se lo proponían, porque nunca le robaron, ni el gozo que proviene del Espíritu, ni la comunión que siempre encontró en sus hermanos de fe, de su comunidad católica en primer lugar y también de las iglesias presbiterianas y bautistas; y por último de su familia del Instituto Patmos.

Para Caibarién deja el legado de la Fundación de Derechos Humanos José Martí de Cuba, y para el ciberespacio las huellas de su blog “Alas de Libertad”: alasdelibertadcuba.wordpress.com, o sus 5.462 trinos inquietos y constantes en su cuenta en Twitter @AmadorDeLibertad, de los cuales en uno de los últimos pedía la liberación de todos los presos políticos:

y otro realizaba un llamado a las iglesias cubanas poniendo los ejemplos de Moisés, Elías y Jesús:

Su último viaje a la capital habanera fue para participar en la ceremonia de entrega del Premio Oswaldo Payá al Secretario General de la OEA Luis Almagro, en apoyo a Rosa María Payá y a la iniciativa ciudadana Cuba Decide.

Emitiό, además, ya con malestares de salud, una carta que fue incluida como la número 11 publicada el 5 de noviembre de 2019 por Civil Right Defenders: “El gobierno cubano no muestra voluntad para cumplir el Acuerdo al excluir a la sociedad civil del dialogo”, como parte de la serie #CartasdeCubaParaUE: https://crd.org/2019/11/05/el-gobierno-cubano-no-muestra-voluntad-para-cumplir-el-acuerdo-al-excluir-a-la-sociedad-civil-del-dialogo/

Patmos Ediciones incluirá en su colección #BerlinWall30 una compilación de escritos de Amador Blanco, que será parte de su legado póstumo.

Aunque ya “descansa de su arduo trabajo” los retos y desafíos que deja a la Unión Europea, pero sobre todo a los propios cubanos, y a las iglesias en la isla, conseguirán el anhelo por el que tanto luchó y sufrió, porque “sus buenas acciones le siguen”.  

ANIVERSARIO 7 DEL INSTITUTO PATMOS

Patmos Aniversario 7

El 2 de febrero de 2020 el Instituto Patmos celebra 7 años de continuo servicio a las libertades religiosas en Cuba. Esta red informal compuesta de rostros visibles, y otros no tan visibles, pero no menos importantes, tanto dentro como fuera de Cuba, ha hecho posible una estela de Reportes, incluyendo el enviado a Ginebra para el Examen Periódico Universal 2014-2017, y ya prepara para el 2018-2021.

Ya son 6 los premios anuales otorgados a creyentes cubanos consecuentes con su fe: Amador Blanco, 2014; José Conrado Alegría, 2015; Oscar Elías Biscet, 2016; Dagoberto Valdés, 2017; Eduardo Cardet, 2018; Roberto de Jesús Quiñones, 2019 y el 31 de octubre de 2020 se hará el anuncio del séptimo de los premios coincidiendo con el Día de la Reforma Protestante.

Parte de la celebración por el aniversario 7 será el anuncio y divulgación del más reciente Informe de Patmos, sobre el comportamiento de las libertades religiosas en Cuba durante 2019; que en este blog será publicado en una serie de post acápite por acápite.

El programa radial o podcast semanal del Instituto Patmos se transmite desde hace dos años y medios:  soundcloud.com/maritovoz; y este séptimo año 2020 suma la iniciativa editorial Patmos Ediciones que ya cuenta con dos libros publicados en la primera serie dedicada a los treinta años de la caída del muro de Berlín.     

Como Juan en la isla de Patmos recibió visiones de esperanza que escribió a las siete iglesias que se encontraban en Asia menor en medio de tribulaciones, el Instituto Patmos se empeña en generar esperanza que desaloje al totalitarismo y a la desesperanza que todavía prevalecen en Cuba.

“Restaura nuestro bienestar, Señor, como los arroyos renuevan el desierto. Los que siembran con lágrimas cosecharán con gritos de alegría. Lloran al ir sembrando sus semillas, pero regresan cantando cuando traen la cosecha” (Salmo 126:4-6, Nueva Traducción Viviente)