Premio Patmos 2020 a Martha Beatriz Roque Cabello

El Premio Patmos (otorgado cada 31 de octubre a creyentes cubanos consecuentes con su fe religiosa) se le concede este año a una mujer, y esto no podía dejar de ser justo en la séptima edición de este premio que venimos concediendo desde 2014, y es que, como se conoce, el siete, según la interpretación apocalíptica, es el número de Dios, y por tanto es el perfecto. Y hay que decirlo también, el Premio Patmos por fin se dedica a alguien que siempre mereció recibirlo, Martha Beatriz Roque Cabello, mujer de fe que no ha hecho otra cosa en los pasados 31 años que ser consecuente a sus creencias, y en cuyo nombre encontramos un símbolo para rendir homenaje a todas las mujeres cubanas de fe, pero especialmente a aquellas que por no renunciar a dicha fe han sufrido martirios y prisiones. 

Nuestra premiada no requiere de mucha presentación puesto que el 26 de junio de 1997 se puso de pie bien firme en la brecha y junto a Félix Bonne Carcassés (+), René Gómez Manzano y Vladimiro Roca habló de parte de Dios, y en favor de todos los cubanos, con la contundente declaración (indispensable documento histórico) “La patria es de todos” .  Lo que Martha Beatriz ratificara entonces  ante el indigno tribunal que la juzgó, el 16 de julio de 1997, “La cárcel no cambiará mi manera de pensar”, lo ha demostrado con creces en aquella y en las posteriores prisiones que con tanta dignidad ha enfrentado.

En una de sus cartas remitidas a sus hermanos de causa de “La patria es de todos” Martha llega a expresar tajantemente en una línea el extremo hasta el cual ella ha estado dispuesta a ser consecuente con sus ideas y principios: “yo solo quiero el sacramento de la Extremaunción, y estoy dispuesta a poner el mártir”. También en esa misma carta encontramos otras expresiones donde se percibe la manera en que Martha ha obedecido la exhortación paulina conocida como la kenosis de Cristo expresada en la Epístola a los Filipenses 2:5-7 donde San Pablo declara: “Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, si no que se despojó a sí mismo… ”, y es que ella, en imitación a Cristo, descendió a los infiernos, lo cual se evidencia en la siguiente descripción: “Desde este horrible lugar, que no tiene nada que ver conmigo, y que está a punto de darme un nuevo título universitario: doctora en ciencia del basurero de la vida, los saludo con todo el cariño que nos hemos profesado”.

Contando sus 485 días en su primera prisión Martha escribía: “Llevo 485 y según la petición fiscal me quedan 1300 aproximadamente. Solo Dios sabe, los contaré uno a uno con mucha fe y dignidad.”

Cuando en marzo de 2003 se desatan por órdenes de Fidel Castro  los arrestos y enjuiciamientos sumarios de decenas de líderes de la oposición, Martha vuelve a ser encarcelada y condenada a 20 años de prisión.  Actualmente se encuentra todavía cumpliendo dicha sentencia aun cuando lo haga bajo licencia extrapenal. Pero no porque Martha se encuentre fuera de las rejas de las prisiones chicas que pueblan toda la isla se puede afirmar que ella ha sido liberada. Ella sufre la suerte del pueblo cubano secuestrado en lo que sabemos es la prisión grande la isla de Cuba, como lo fuera en el siglo I la isla de Patmos para quienes como Juan, autor del Apocalipsis, sufrieran “por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo”. También, como Juan en Patmos, ella evoca visiones de esperanza para su pueblo, porque su libertad auténtica solo será posible el día cuando Cuba sea libre por fin. Entre tanto su vocación de servir a su pueblo continúa cada día a través de su labor comunitaria y en sus entregas mensuales y trimestrales en inglés y en español de sus informes sobre derechos humanos iniciados en 2019 y que constituyen un testimonio genuino de las violaciones constantes a los derechos humanos que cotidianamente se suceden en la isla prisión.

En tales informes nuestro Instituto Patmos tiene el honor de intercambiar y compartir información en todo lo que se refiere a libertades religiosas que siempre ocupan un segmento importante. El Instituto Patmos y Martha han sido cómplices en tender puentes y abrir puertas en muchos casos en los que el adversario se esfuerza en hacer todo lo contrario, y especialmente cuando de asuntos de fe e iglesias se trata.

En la entrega del Premio Patmos 2020 sucede como con los seis hermanos de Martha Beatriz homenajeados en nuestras seis ediciones anteriores: Amador Blanco Hernández (2014), P. José Conrado Alegría (2015), Dr. Oscar Elías Biscet (2016), Dagoberto Valdés Hernández (2017), Dr. Eduardo Cardet Concepción (2018) y Roberto de Jesús Quiñones Haces (2019); nuestro muchas veces clandestino Instituto Patmos es quien se honra, y desde las catacumbas de Cuba extendemos a Martha nuestro abrazo de fe que desembocará en el mayor premio, que se conseguirá gracias al sacrificio vivo de creyentes como ella, el de la libertad de todos los cubanos.  

Video:  

  Agradecemos la inmediata divulgación de nuestro Premio al periodista católico español José María Ballester Esquivias en ABC:

https://www.abc.es/internacional/abci-martha-beatriz-roque-galardonada-premio-patmos-libertad-religiosa-cuba-202010311715_noticia.html

 

#Cuba Roberto de Jesús Quiñones Haces @PremioPatmos 2019: Dedicatoria del Instituto Patmos al conceder la sexta edición de su Premio Anual al laico católico Roberto de Jesús Quiñones Haces

Desde la primera edición del Premio Patmos en 2014 (Prof. Amador Blanco Hernández, 2014; P. José Conrado Alegría, 2015; Dr. Oscar Elías Biscet, 2016; MTS. Dagoberto Valdés Hernández, 2017; y Dr. Eduardo Cardet Concepción, 2018), la distinción, dedicada “a un creyente cubano consecuente con su fe, como Juan de Patmos, en la isla de Cuba” se concede cada 31 de octubre, coincidiendo con el Día de la Reforma Protestante. En 2019 las circunstancias obligan a realizar una excepción y adelantar el anuncio porque el hombre de fe seleccionado acaba de recibir una sentencia para volver a la cárcel otra vez, y se encuentra la muy lamentable posibilidad de que el 31 de octubre de 2019 él pudiese estar preso.  

En efecto, el laico católico Roberto de Jesús Quiñones Haces, muy activo en equipo como consejero matrimonial junto a su esposa Ana Rosa Castro Bertrán, en la Pastoral Familiar, y también en la Pastoral Penitenciaria de la Diócesis de Guantánamo – Baracoa; fue condenado a un año de prisión en un juicio totalmente amañado, celebrado en el Tribunal Municipal de Guantánamo el 7 de agosto de 2019; se le negó la posibilidad de una vista de apelación, y finalmente el 27 de agosto recibió como firme la sentencia. Ya en 1999, y por cuatro años, ocho meses y doce días, este hombre de Dios soportó indoblegable los rigores de la prisión, hasta que en 2003 salió en libertad condicional. Y ahora tampoco vuelve a rehuir la cárcel apropiándose de la bienaventuranza del Evangelio que declara: “Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque así persiguieron a los profetas antes que a vosotros” (Mateo 5:11-12). Fue esta la razón por la cual nada ni nadie impidió que acudiera el 22 de abril de este propio año al mismo Tribunal en el que se le condenaría también a él poco más de tres meses después, para mostrar su solidaridad con el matrimonio de pastores evangélicos Ramón Rigal Rodríguez y Adya Expósito Leyva, pese a que esto le costara que aquel día se lo llevasen como a un vulgar delincuente, arbitrariamente detenido, golpeado y lesionado. Este acto ecuménico de solidaridad, digno de ser imitado por cualquier creyente cubano, sea cual fuere su profesión de fe, redundó en la condena que él mismo ahora, con total dignidad, está dispuesto a enfrentar.

En una etapa muy crítica para la sociedad civil cubana en general, incluyendo a las iglesias, donde la mayoría prefiere callar y eludir sus deberes cívicos y de Fe, ante la represión al otro que en definitiva mañana pudiera ser contra cualquiera, Quiñones Haces decidió ser excepción y vivir a contracorriente para que no se cumpla nuevamente el poema “Ellos vinieron” que el pastor protestante alemán Martin Niemöller  recitara por primera vez en su sermón de la Semana Santa de 1946 en la población de Kaiserlautern (Alemania), y que se tituló «¿Qué hubiera dicho Jesucristo?», en referencia a la apatía del pueblo alemán ante la crueldad nazi:

Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas, guardé silencio, 

porque yo no era comunista,

Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,

guardé silencio,

porque yo no era socialdemócrata.

Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas, 

no protesté,

porque yo no era sindicalista, 

Cuando vinieron a buscar a los judíos,

no pronuncié palabra,

porque yo no era judío,

Cuando finalmente vinieron a buscarme a mí,

no había nadie más que pudiera protestar.”

Quiñones Haces ha escrito poemarios como La fuga del ciervoEscrito desde la cárcelLos apriscos del alba y El agua de la vida, y se le ha incluido en antologías como, En esta cárcel de aire puro, de décima cubana y la del Premio Internacional de Poesía Nósside 2006. Y todavía tendrá muchos poemas que sacarse del alma. Pero no hay dudas de que el 22 de abril de 2019, cuando se lo llevaron a golpes con su guayabera ensangrentada, solo por el hecho de decidir hacer acto de presencia como luz en la oscuridad, en medio de una farsa de juicio al matrimonio de pastores evangélicos, quienes por cierto todavía permanecen en prisión, Quiñones compuso otro poema cuyos versos tienen la peculiaridad de no estar compuestos de palabras, sino de actos, para recordarnos nuevamente que el Verbo es acción.    

Dado que, en este polifacético hombre de Dios, confluyen brillantemente los papeles de escritor, promotor cultural, poeta, investigador, periodista y abogado; ¡toda una institución!, es de esperar la reacción de cubanos de todas esas esferas de la vida nacional, y también de los ciudadanos del mundo. Y esto incluye incluso a los escritores miembros de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) a la que Quiñones perteneciera como una voz crítica desde 1985 hasta su salida definitiva en noviembre del 2015, cuando muy decepcionado decidió marcharse. Esto es de esperar especialmente cuando Leonardo Padura Fuentes, uno de los escritores cubanos más prominentes, ha sido noticia al ejercer su derecho y visitar al prisionero Lula da Silva en Brasil, pues deja sin excusas a todos para no tener motivos de visitar y levantar la voz en favor de otro intelectual preso, pero en propio territorio nacional.

En el caso de los creyentes, y dado que la génesis de la condena de Quiñones está en el gesto que rebasó su afiliación católica, se esperan por supuesto y en primerísimo lugar las reacciones de apoyo de su propia comunidad, desde la base y hasta el Vaticano mismo; pero también de denominaciones e iglesias ya sea que pertenezcan al Consejo de Iglesias de Cuba (CIC), o a la emergente y todavía por ver, Alianza de Iglesias Evangélicas Cubanas (AIEC), o a cualesquiera de los grupos religiosos ya sea que gocen de privilegios legales o que estén condenadas a la ilegalidad, aunque ya entre unas y otras no existen muchas diferencias en cuanto a violaciones a las libertades religiosas se refiere. 

Sirva la sexta Edición de este Premio Patmos, anunciada excepcionalmente casi dos meses antes de la fecha habitual, pero muy cerca del 25 de agosto, “Día Mundial de Oración por la Capellanía Carcelaria” para generar una Jornada que se extienda hasta el 31 de octubre, nuestra fecha tradicional de la entrega, en que todo el pueblo cubano, creyentes o no, imiten la acción de Quiñones Haces del 22 de abril, para exigir ahora la libertad de él, y por extensión pedir la libertad de todos los presos políticos y de conciencia cubanos, muy a tono ahora que Amnistía Internacional acaba de reconocer como tales a cinco prisioneros, aunque hay muchos más, hombres y mujeres.  “Acordaos de los presos, como si estuvierais presos juntamente con ellos; y de los maltratados, como si estuvierais en sus propios cuerpos” (Hebreos 13:3).  

Palabras de Roberto de Jesús Quiñones Haces en agradecimiento:  https://youtu.be/5nkmz9pDlOw