Nuevas represalias contra nuestro coordinador Leonardo Lino Rodríguez Alonso

Leonardo Lino Rodríguez Alonso
Leonardo Lino Rodríguez Alonso

El jueves 15 de febrero Leonardo Lino Rodríguez Alonso, coordinador del Instituto Patmos en el centro de Cuba, y también uno de sus fundadores, fue citado a la estación policial de Camajuaní, provincia de Villa Clara, donde fue notificado verbalmente por el oficial Erik Francis Aquino Yera, en presencia del también agente Misael Palacios, que su derecho al libre movimiento le sería violado pues no se le permirtiría salir más de Cuba, pese a que Leonardo no posee ninguna limitación legal que se lo impida, posee su pasaporte en regla y actualizado, y tiene visa para entrar a los EE.UU.

Durante 2017, la familia de Leonardo sufrió diversos perjuicios ya que una de las estrategias más crueles del régimen cubano para atacar a los activistas pacíficos consiste precisamente en perjudicar a sus más cercanos. Los dos hijos de Leonardo, Dalila y Leonardo Rodríguez González, fueron excluidos del magisterio que brillantemente ejercían en la Universidad Central Marta Abreu de Las Vilas. Tales violaciones se encuentran incluidas en el Informe del Instituto Patmos al Alto Comisionado de las Naciones Unidas al cual deberá presentarse Cuba en mayo de este año 2018  para el Examen Periódico Universal .

Desde hace años Leonardo viene siendo objeto de presiones, detenciones y amenazas; el 6 de noviembre pasado sufrió uno de tales arrestos justo cuando intentaba documentar una violación a los derechos humanos en la ciudad de Santa Clara. Esto ocurría una semana después de que el activista entregará el Premio Patmos 2017 a Dagoberto Valdés, una distinción anual que entrega nuestra organización a creyentes comprometidos con su fe religiosa en Cuba, lo cual hace pensar en represalias.

El pasado 24 de enero Leonardo fue expulsado por el agente Misael Palacios del Tribunal Municipal de Camajuaní donde pretendía asistir al juicio amañado que se celebró al activista Orlando Triana González procesado bajo el injusto cargo de  Peligrosidad Social Predelictiva. El agente no perdió oportunidad para amenazar a Leonardo  por sus publicaciones en su página en la red social de Facebook. Esa misma mañana, apenas un rato después, la cuenta de Facebook de Leonardo era hackeada como evidente extensión de las palabras del agente, modus operandi que se ha repetido en los últimos meses contra otros activistas de derechos humanos en Cuba.

De esta manera nos relata Leonardo lo sucedido este 15 de febrero:

Camajuaní, Villa Clara, 15 de febrero de 2018.– Hoy a la 1:00 pm se presentó en mi domicilio el jefe de enfrentamiento en este municipio que dice nombrarse Misael Palacios (el compañero que me atiende). Al llegar a la unidad de la PNR fui llevado a unas oficinas en el segundo nivel del edificio donde se encontraba el tristemente célebre Erik Francis Aquino Yera. Me preguntó:»¿No me conoces?». Moví la cabeza en señal de desconocimiento. «Yo soy Erik Francis» -me dijo- con el gesto de aquellos que se creen dueños del universo. A su lado Misael escrutando mi estado de ánimo con mirada intimidatoria sin decir palabra alguna, como buen subalterno. Nuevamente me interpela: «¿Fuiste a Panamá?». «Sí, es mi derecho, pero dejemos la retórica y vamos al grano» -le dije. Me responde: «Está bien, al grano, tú sales a eventos, hablas, sacas noticias de aquí, dices y dices y no pasa nada, y la culpa es de este -señalando con el índice a Misael- pues bien, no vas a salir jamás de Cuba y contigo no hablaremos más».

Al abandonar la oficina con la fiereza reflejada en su rostro mientras salíamos hacia el exterior el compañero que me atiende con el rostro descompuesto  dice: «No me hables, no me hables».

Ahora el tiempo dirá si las leyes migratorias están en manos de Erik Francis o es simplemente un alarde de un suprapoder que no posee. Si ocurre lo primero moriré en este país sin poder ejercer un derecho humano que poseo, pero que me dará más posibilidades de duplicar mis esfuerzos en denunciar las injusticias que ocurren en esta nación necesitada de cambios urgentes.